CIBERACOSO ESCOLAR

El ciberacoso escolar se define como el daño intencional y repetido que lleva a cabo un menor o grupo de menores hacia otro menor mediante el uso de la tecnología. La víctima sufre un deterioro de su autoestima y dignidad personal esto provoca un daño sobre su estatus social, provocándole un daño psicológico, estrés emocional y un rechazo social que aumenta de forma progresiva.

El comportamiento por parte del acosador o acosadores se produce de manera deliberada, no accidental. Cuando este se produce de manera repetida no estamos ante un hecho aislado, sino ante un comportamiento que se repite en el tiempo.

Este tipo de acoso se lleva a cabo a través de ordenadores, teléfonos, y otros medios digitales, lo que lo diferencia del acoso escolar. Anteriormente este tipo de acoso no existía debido a que los medios digitales no estaban tan avanzados y tampoco estaban en manos de niños, Muchas veces el ciberacoso comienza a partir de un acoso escolar.

No existe un perfil claro propenso a sufrir ciberacoso escolar. Cualquiera puede ser víctima. Sin embargo muchos de los patrones se repiten.

De forma generalizada se puede contrastar que algo más de un tercio de casos de ciberacoso tienen una historia de acoso escolar anterior. Muchas de las víctimas que sufren acoso en el colegio, suelen sufrirlo también a través de medios digitales.

También es posible la existencia de ciberacoso sin la presencia de un acoso escolar anterior, esto puede producirse en perfiles de personas introvertidas con escasos amigos y una baja autoestima que no son capaces de relacionarse cara a cara y buscan amistades a través de la red, en algunos casos esto puede tener otros problemas asociados, niños con necesidades educativas especiales y/o el que manifiesta o al que se le supone determinada orientación o identidad sexual distinta a la predominante. Estos son algunos de los factores relacionados con ser víctima de ciberacoso aunque hay muchos más.


INTERVENCIÓN ESCOLAR

El papel de los profesores en el acoso escolar como en el ciberacoso es esencial, por ello es necesario llevar a cabo una tarea constante para detectar y erradicar conductas negativas.

Se debe estar atento a las señales que nos puedan alertar de que un alumno está involucrado en un caso de acoso: tanto en el papel de víctima, como de acosador u observador.

SI existen sospechas de que algún alumno está haciendo o recibiendo algún tipo de acoso tanto en el acoso escolar como en el ciberacoso existen signos que nos deben hacer pensar que algo está ocurriendo.

Lo primero que deben notar los profesores es que el alumno tiene un cambio brusco en su comportamiento:

  • Se aísla de sus amigos habituales o se queda solo en el tiempo de recreo.
  • Deja de hacer actividades que antes eran importantes.
  • Durante los recreos comienza a estar en sitios donde hay adultos.
  • Muestra un comportamiento esquivo o retador junto a la aparición de cambios importantes en sus preferencias y actitudes.
  • Ausencias repetidas a clases de forma justificada o injustificada.
  • Bajo rendimiento escolar y dificultad para la concentración

 

Este tipo de comportamientos deben despertar en el profesorado una alerta ante un posible caso de acoso escolar.

EFECTOS DEL ACOSO ESCOLAR EN LA SALUD

La mayor parte de veces la víctima vive la situación sin hablar de ella, corriendo un tupido velo acerca del tema y provocando así que se genere un gran estrés psicológico.

Cuando esto ocurre de manera continuada comienza a aparecer una serie de síntomas en el cuerpo:

  • Dolor de cabeza y barriga
  • Mareos
  • Cambios en el hábito intestinal, vómitos.
  • Insomnio

Todos estos síntomas aparecen de forma brusca y sin causa aparente.

CAMBIOS EN EL USO DE LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS

Pueden dar lugar a dos cambios totalmente opuestos, cese general en el uso de las redes o  aumento del tiempo que pasan con ellas.

La ocultación de las actividades que realizan en Internet ratifica la existencia de un miedo interno a que otras personas puedan conocer su situación y si se les pregunta por ello se muestran esquivos o irritados, otro hecho esclarecedor es evitar conectarse a Internet cuando están acompañados, ya que pueden contener mensajes privados en los que son insultados o vejados lo cual les provoca nerviosismo o tensión.

Otro factor decisivo es detectar al acosador que es mucho más difícil, porque los cambios pueden ser muy sutiles y más lentos. La mayor parte de casos se saben cuándo la víctima cuenta lo que le ha pasado. Pero hay señales que nos pueden poner en alerta.

CARACTERÍSTICAS DEL CIBERACOSO

El ciberacoso escolar comparte las mismas características que el acoso escolar tradicional, sin embargo presenta una serie de características propias que lo distinguen como las siguientes:

  • Los acosadores utilizan las nuevas tecnologías para intimidar, humillar, amenazar y hostigar a sus víctimas a través de las redes sociales, foros, correos electrónicos, chats, etc.
  • Los acosadores causan otro tipo de daño a sus víctimas, como la vulneración y el ataque a su privacidad, mediante la difusión de fotos y/o vídeos comprometidos sin el consentimiento de ellos.
  • El número de testigos de este tipo de acoso es mucho mayor que en el acoso escolar tradicional debido a la capacidad viral de las nuevas tecnologías
  • La información que los agresores suben a Internet permanece en la red, lo que incrementa exponencialmente la posibilidad de que, posteriormente, otros chicos se unan al hostigamiento.
  • Este acoso se puede realizar en cualquier momento y desde cualquier lugar, de tal forma que no solo se produce en el entorno escolar, sino que continúa después y acaba persiguiendo al menor hasta su casa, lo cual agrava el daño psicológico.

Tanto el acoso como el ciberacoso escolar constituyen una vulneración de los derechos fundamentales de los menores de edad que lo sufren y les pueden provocar unas secuelas psicológicas que muchas veces se extienden también a sus familiares.

FORMAS DE CIBERACOSO

Las formas de ciberacoso escolar son muchas y muy variadas, aunque todas pretenden perjudicar la reputación de la víctima y causarle un daño emocional:

  • Agresiones físicas que cuelgan en Internet y que se difunden rápidamente por la red.
  • Creación de perfiles falsos que suplantan la identidad del acosado para enviar mensajes comprometidos o delictivos.
  • Publicación de información falsa sobre la víctima.

INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN EL CIBERACOSO

En este tipo de intervención se prioriza la sensibilización y la educación moral de los adolescentes, para prevenir que se creen agresores, o para que si se está presente durante una agresión se actúe y no se ignore como está pasando actualmente.

Los beneficios que se esperan conseguir derivados de la intervención, son sobre todo, disminuir el número de casos de ciberacoso que puedan estar produciéndose en el centro. Además, se espera que el conocimiento que se proporciona ayude a que no se produzcan nuevos casos de acoso por parte de los alumnos.

Como punto final con la intervención se espera que el conocimiento que se les proporciona a padres y profesores, sirva para que sepan tratar las dificultades que puedan aparecer con los adolescentes relacionadas con el tema del ciberacoso.

Desde Psiquefunciona contamos con personal cualificado para atajar estas situaciones y reconducirlas de manera drástica, no dudes en contactar con nosotros a través de nuestra página web o  si lo prefieres a través de nuestro Facebook  (Psiquefunciona)

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