Trastornos alimenticios
Son alteraciones de la conducta alimentaria que afectan gravemente la salud tanto psicológica como física de quien las personas. En España se estima que alrededor de 400.000 personas tienen un trastorno de la conducta alimentaria, siendo el 90% de ellas mujeres. La anorexia nerviosa, la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón son los trastornos alimenticios más frecuentes.
La principal característica de estos trastornos es tener una preocupación y focalización exagerada por el peso, la comida y la figura. Las pautas alimenticias se desfiguran comiendo en exceso o dejando de comer; pudiéndose llegar a producir una afección digestiva, cardiaca, ósea, bucal o dental.
Si crees que puedes estar padeciendo algún trastorno de la conducta alimentaria seguramente sientas una gran inestabilidad emocional y hayas dejado de tener un buen desempeño en áreas importantes de tu vida.

Si tu día a día gira entorno a lo que marca la báscula y tu autoestima está muy baja, no dudes en contactar con nosotros para que te ayudemos a recuperar la confianza en ti misma y consigas tener una vida valiosa. Con el método PsiqueFunciona te aseguramos que puedes volver a tener buenos hábitos alimentarios y recuperar tu salud psicológica.
A continuación, describimos los tres trastornos alimenticios más comunes. Si te sientes muy identificada con las características de alguno de ellos, contacta hoy mismo con nosotros para comenzar a trabajar en tu caso lo antes posible.
ANOREXIA NERVIOSA
Cuando padeces anorexia nerviosa principalmente haces una restricción de la ingesta alimenticia, que tiene como consecuencia un peso corporal menor del mínimo normal. Además, seguramente tengas un miedo intenso a ganar peso y una distorsión de tu silueta corporal. Otros de los síntomas que puedes percibir en ti misma si padeces este trastorno son los siguientes: síntomas depresivos (llanto frecuente, irritabilidad, ánimo decaído, dificultades para dormir, falta de lívido sexual, aislamiento social) síntomas ansiosos (crisis de ansiedad, ataques de pánico y/o ansiedad generalizada) fobias (miedo a ciertos alimentos que “engordan” o miedo a ganar peso) obsesiones (pensamientos recurrentes sobre las calorías, el cuerpo, las comidas) alteraciones físicas (estreñimiento, dolor abdominal, piel seca con lanugo, bradicardia, lipotimia, arritmia, falta de la menstruación) alteración en la percepción de la imagen corporal y excesiva actividad física.
BULIMIA NERVIOSA
Si padeces este trastorno llevas a cabo una ingesta de comida excesiva en un período corto de tiempo en forma de atracón. Luego querrás deshacerte de esas calorías y seguramente sientas un miedo intenso a aumentar de peso y por ello te provoques vómitos, tomes laxantes o hagas ejercicio excesivo. Quizás también te juzgues a ti misma con severidad y dureza por los “defectos físicos” que son producto de tu autopercepción. No tienes porque estar muy delgada para padecer este trastorno, sino que puedes tener un peso normal o, incluso, un poco de sobrepeso.
A parte de todo ello, probablemente también hayas percibido alguno de los siguientes síntomas en ti misma: síntomas físicos dolores de barriga, estreñimiento, problemas dentales, callosidades en las manos, fluctuaciones en el peso, mareos, pérdida de cabello, los síntomas psicopatológicos son ansiedad, inestabilidad emocional, depresión, autolesiones, fobias y síntomas psicológicos baja autoestima, tristeza, irritabilidad, cambios bruscos de humor, baja tolerancia a la frustración y sensación de pérdida de control al iniciar los atracones.
TRASTORNO POR ATRACÓN
A diferencia de la bulimia, con este trastorno se dan los atracones pero no hay conductas de compensación para intentar “quemar” esas calorías ingeridas. Se produce una sensación de pérdida de control y mal estar, anímicamente en esos momentos de atracón no se para de comer hasta sentirse muy llena; al acabar de comer aparece el sentimiento de culpabilidad consigo misma.
Si padeces sobrepeso u obesidad, además de fluctuaciones de peso, largas historias de dietas para adelgazar, depresión, rendimiento laboral o académico deteriorado; es hora de que contactes con un especialista.